jueves, 17 de enero de 2008

One Shot - SwetBoi

One shot
(swet_boi_tai)


Acababan de llegar del agitado día de compras. Como era víspera de navidad era obvio que todos los centros comerciales estaban invadidos por gente. Era increíble que hubieran encontrado a tiempo todo lo que necesitaban.
- Ash… te dije mil veces que debíamos haber ido la semana pasada… -se quejaba la dueña del gimnasio de pueblo celeste, que, desde la ultima vez que la vio el gran entrenador pokemon, había cambiado bastante. Ahora, su anaranjado cabello caía como una cascada por su espalda, mostrándolo liso y brillante y su cuerpo tenia mas forma dejando a todo al que pasaba con un perrito detrás de ella.
- lo se… y perdóname por eso- respondió arrepentido mientras buscaba sin éxito las llaves de la casa
- pero bueno… mejor préstame las bolsas para que tu…
La puerta se abrió y la voz de Misty se apago al instante. Ash la volteo a ver extrañado fijando la vista a donde ella miraba totalmente sonrojada.
- un… un mu-muerdago- susurraron al tiempo mientras observaban como el pequeño adorno se movía conforme el viento entraba en la casa.
Ambos se miraron, intentando encontrar el deseo que tenia el otro, pero ninguno de los dos con el suficiente valor para confesarlo.
- Ash… - lo llamo Misty volteándose rápidamente para que no viera lo avergonzada que estaba- si no quieres hacerlo… no importa, yo…
El chico la interrumpió parándose en frente de ella, obligándola a mirarlo.
- quien dijo que… yo no quería???- pregunto al tomar su mano y besarla tiernamente.

El paso sus manos alrededor de su cintura mientras ella aun tenia la mirada baja intentando ocultar con su cabello el color carmesí que apareció en sus mejillas. El tomo su mentón con su gélida mano, debido al frió que se profanaba en el exterior de la estancia, ya que aun la puerta se encontraba abierta. Ella, sin otra opcion, levanto su rostro, observando con sorpresa que por alguna razón su compañero se encontraba igual o peor de nervioso que ella pero dejando ver en sus transparentes ojos sus verdaderos sentimientos.
Ella, parándose de puntitas, ya que su compañero era mas alto que ella, juntaron sus labios en un beso suave y tierno, olvidando por un momento todo lo que se encontraba a su alrededor y confesándose en aquel pequeño contacto sus verdaderos y ocultos sentimientos.

Detrás del sofá se podían oír pequeñas risitas cómplices reconociéndose la de Brock, May y Max, celebrando con orgullo haber podido unir a sus amigos en aquella época tan especial.

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