miércoles, 20 de febrero de 2008

One Shot San Valentin

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- ¡No, no y no!- decía una chica, bastante irritada por lo visto
- ¡Pero hermana! Nosotras tenemos que salir…-rebatía una chica notablemente mayor que la anterior, de cabellos Violetas. Y de ahí su nombre, además.
- ¡Si, pero yo vengo planeando esta reunión hace semanas! ¡Es muy importante para mí! –trataba de convencerla, la primera chica. Sus ojos verdes miraban a su ‘compañera’ con un notable enfado
- Y esto es muy importante para nosotras, Misty- decía otra chica, rubia esta vez, mientras entraba por la puerta, junto a una chica de cabellos rosados.
- Pero…- intentó decir la peli-naranja, ya con lágrimas en los ojos- esta salida es tan importante para mi…
- Lo sentimos Misty…- comenzó a decir la hermana de cabellos violáceos
- … Pero tendrás que quedarte aquí…- prosiguió la chica de cabellos color rosa.
- …Hasta que volvamos- concluyó la última, mientras soltaba su cabello rubio de sus amarras- ésta sesión de fotos es muy importante.

Dicho esto, las 3 chicas abandonaron el lugar. La chica de los ojos verdes, Misty, se quedó viendo la puerta por donde sus hermanas habían partido, con lágrimas por toda su cara… nuevamente, tendría que aplazar a sus amigos, para complacer a sus hermanas con otra de sus “importantes sesiones”… claro, para ellas todas esas sesiones eran importantes…
Ahora, tendría que quedarse en su casa, y avisarles a sus amigos que no saldría con ellos… pero… hace tanto que no los veía… y ahora era aún más importante verlos. Esta es una de las fechas más importantes… pero creo que sería otro día igualmente a todos los años, en la misma fecha…


UN SAN VALENTIN… ¿SIN TI?


La chica, se llamaba Misty. Llamada por muchos, como la mejor líder de gimnasio de toda la región, y del mundo. Pero… eso no era lo que realmente le daría felicidad… la verdad, la chica no era feliz. Ahora, con sus 14 años cumplidos, eran ya 2 años sin ver a sus queridos amigos… y cada vez que podía… sus solicitadas hermanas salían con otro de sus “importantes” asuntos como modelo… como odiaba ella a sus hermanas, y su puesto como líder.

Trató aún de contener las lágrimas. Tendría que hacer una llamada… y no podrían notarla triste. Las secó rápidamente, y fue hacia el computador del gimnasio. Marcó un número, y esperó.

- ¿Si? –Contestaba un amable señor- Ohh Misty, eres tú. ¿Qué tal tu día? ¿Lista para volver a ver a todos tus amigos?- preguntaba muy alegre, con una gran sonrisa
- Pues… estoy muy bien- decía sonriendo, tratando de ocultar su tristeza- pero… me temo que no podré ir- tratando de mantener su falsa sonrisa
- ¿No?- su sonrisa se borró- ¿por qué? No me digas que…
- Exacto, profesor Oak- respondió, ya borrando su sonrisa- mis hermanas y sus… “asuntos importantes”
- ¿Pero… estás bien? ¿Segura que no puedes venir?- preguntaba él, notando la tristeza de la joven
- ¡Claro!- respondía muy alegre- no se preocupe… ¡Yo estoy perfectamente!- le sonrió, falsamente otra vez- pero dígale a mis amigos que me disculpen… especialmente…- su expresión decayó nuevamente
- No te preocupes Misty- respondió él con una sonrisa reconfortante- yo me encargo de decirle a ellos… y a “él”
- Gra-gracias…- mientras se sonrojaba- cuídese profesor… adiós- y colgó
- Claro Misty…- decía el profesor mientras colgaba.

El profesor Oak, ahora era uno de los pocos amigos de Misty… siempre hablaban, y ella lo visitaba… cuando podía. Y claro, él siempre le hablaba, y llevaba noticias de sus amigos. Se sentía realmente triste por ver a la joven así de triste. Es por eso, que decidió hacer una pequeña visita. Ordenó su escritorio, y salió del laboratorio.
Llevaba ya bastante tiempo, hasta que llegó a una pequeña casa…

- ¡¡Voy!!- decía una voz dentro de la casa. La puerta se abrió- ¿Profesor Oak? ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo está?- era un joven morocho, el cual le sonreía
- Hola Ash- respondió el profesor- muy bien, gracias… vengo a hablar contigo, algo muy importante- decía, cambiando su aspecto a uno más serio
- Claro… pase profesor- dijo el chico, un tanto nervioso por el tono de voz del profesor
- ¡Hola!- decía una chica muy alegre, apareciendo tras la sala- ¿Me recuerda profesor Oak?
- Claro… como olvidarte, May- respondía él, sonriente- veo que está tu hermano también. Hola Max
- ¡Hola profesor! – decía el más pequeño de los presentes, sonriendo-
- Oh, veo que estás aquí también, Brock.- agregaba el profesor
- Claro que si- decía sonriente el chico- no me lo perdería- con una gran sonrisa
- Y… ¿quién es esa chica?- preguntaba el profesor… ya que una chica, de cabellos azules lo miraba bastante curiosa… y bastante cerca
- Bueno… ella es Dawn…- decía un tanto apenado Ash, con una gota en su rostro- es un poco…
- Curiosa… ya veo- decía el profesor, con una gota también- hola jovencita… soy el profesor Oak
- ¡¡¡Lo sé!!! ¡¡Qué gusto!!- decía ella, sonriente, dando saltitos de emoción.
- Bueno… ¿de qué quería hablarme, profesor?- preguntaba, ansioso el entrenador
- Ah, si, eso… bueno, es de Misty…
- ¿Misty?- mientras su semblante cambiaba, por uno más feliz- ¿está por llegar? ¿A qué hora dijo que llegaba?- mientras se precipitaba
- Tranquilo, Ash- trataba de clamarlo el profesor- Misty me llamó… no podrá venir
- ¿Qu…qué? ¿pe-pero… cómo?- decía el chico, ya mucho más triste- ¿¡Por qué nunca puede!?
- Ash… ella no tiene la culpa… ¡Sus hermanas la esclavizan mucho en ese gimnasio!- trataba de calmarlo, aún- debes entenderla… sabes… ella estaba muy triste. Me pidió que la disculpara… especialmente contigo.
- Pero profesor… quiero verla- decía él, muy triste. Miraba el suelo.
- ¡Pi pika!- decía un pokemon amarillo, bajando las escaleras
- Pikachu…- dijo aún con su mirada baja- ¿Qué pasa amigo?
- Pi… ¡pika pi pi pika! – mientras lo miraba, con una sonrisa
- Claro… ¡Eso haremos!- decía ya más decidido y alegre, el chico.
- ¿Qué cosa haremos, Ash?- preguntaba May, curiosamente
- Sabes que cuentas con nosotros- agregaba Brock, con una sonrisa
- Gracias amigos… esto es lo que haremos…- mientras se acercaba a ellos- (bien Misty… si no vienes a nosotros… nosotros iremos por ti)

Mientras… en un triste gimnasio

- No te preocupes… si entrenas más, de seguro pronto conseguirás esta medalla- decía cierta chica peli-naranja, a una chica que regresaba a sus pokemon
- Gracias… no por nada eres la mejor líder… ¡Nos vemos, Misty!- mientras se iba. Pero se dio la vuelta- Que te la pases bien en este día… de seguro los pretendientes no te faltan- sonriendo. Y dicho esto, se fue
- Los pretendientes… - entristeció- solo hay alguien que puede alegrarme… y claramente no es ninguno de mis “pretendientes”- se decía a si misma, mientras subía a su habitación.

Ya en su habitación, se aferró a su almohada, y miró al techo. Miles de recuerdos brotaron por su mente. Imágenes… momentos que jamás olvidaría… personas que cambiaron totalmente su vida. De sus ojos, las lágrimas salían descontroladamente. Lo único que pensaba, era en sus odiosas hermanas… pero claro, no podían dejar solo es gimnasio… y comenzó a recordar una discusión de semanas anteriores

~~ Flash Back ~~
Se veían cuatro chicas. La más pequeña de todas, las miraba muy enojada. Las otras tres estaban juntas, y la miraban asustadas.

- ¡Y esto se acabará! ¡¡¡Oyeron!!!- ya gritaba. Sus verdes ojos irradiaban una furia jamás vista en ella. Quizás si, pero en menor grado.
- ¡Ya Misty!- se atrevió a replicar, por fin, la mayor de ellas. Daisy.
- ¿Qué?- preguntó Misty- ¿Qué tienes para decirme, ‘hermanita’?
- Misty… si tanto te molesta hacerte cargo del gimnasio…- comenzó a decirle, enojada, su hermana
- ¡¡No me molesta!! ¡Entiendan! Es solo que… ¡Me tratan como esclava! ¡¿Podría tener vacaciones algún día no?! Además…- agregaba ella, un poco triste- siempre tengo que cancelar mis planes por la culpa de ustedes…- la miró con furia nuevamente- ¡¡Así que, o me dejan salir más seguido o…!!- pero fue interrumpida
- ¡O cerramos el gimnasio! – terminó Daisy
- ¿¿¡¡Qué!!??- gritaron al unísono las otras tres hermanas
- ¡¡Estás loca, Daisy! – gritaba Misty- ¡Eso no lo harás!
- Claro que si… me obligas a hacerlo, Misty- decía muy decidida
- ¿De qué hablas, hermana?- preguntaba, más asustada, una de sus hermanas-
- ¿No es en serio, o si?- preguntaba la otra, igual de asustada
- Claro que si- decía Daisy, bastante fastidiada- si podemos quedarnos… puedes salir… pero ni se te pase por la cabeza huir, y dejar solo el gimnasio, Misty- decía muy decidida, con sus manos el la cintura- porque… me veré en la obligación de cerrarlo… y ahí si que serías libre, ¿No?- preguntaba, mirándola a los ojos. La tenía, Misty no tenía escapatoria… y lo sabía
- ¡¡te odio sabías!! – miró a las otras dos- ¡¡A ti, y a tus dos hermanas!! Soy la única que trabaja aquí… ¡Soy la que sobra! ¡¡Las odio!!- y salió corriendo del lugar

~~ Fin Flash Back ~~

Misty se hallaba en la ventana… su rostro, lleno de rabia por el anterior recuerdo, miraba el cielo… trataba de relajarse… pero le era imposible.

- Ni siquiera puedo huir… porque cerrarían mi gimnasio… he luchado mucho por él, como para dejarlo ahora…- decía, muy decidida… pero cada vez más triste.

Así, pasó la tarde… fue una tarde bastante agitada… pareciera como si la gente estuviera en contra de ella… ya que fueron más de cinco entrenadores a luchar contra ella… y claro, ninguno ganó su medalla. Así se pasó la tarde… hasta que fueron ya las ocho de la noche.

- Bien… ya es de noche…- mientras bajaba una reja, y ponía un candado- el gimnasio se cierra- miró por última vez la calle… y el paisaje- seguramente… la están pasando muy bien…- mientras una sigilosa lágrima rodaba por su mejilla.

Luego, decidió entrar rápidamente. Una vez dentro, se preparó un té. Vio televisión un momento, aunque, claro… nada de lo que veía la alegraba… así que se dispuso a ir a dormir. Subió a su habitación, y se encerró. Algo le dijo que aún no se pusiera su pijama… así que se acercó a su ventana, y la abrió de par en par. Se apoyó en ella, y sacó su cabeza… el aire revoloteaba sus cabellos sueltos. Sus ojos miraban un camino… buscando un alivio para su dolor… imaginándose a sus amigos, divirtiéndose ahora.

- Espero que no se enojen por no ir…- decía muy triste- aunque… quizás ni siquiera lo noten…- y una pequeña lágrima amenazaba con salir… pero…
- ¿Pero quiénes crees que somos Misty? ¿De verdad crees que nos olvidaríamos de alguien… tan importante para nosotros?
- ¿Qué?- preguntó perpleja la chica. Volteó, para ver su habitación… pero nada.- ¿Qui-quién es?- preguntaba muy asustada. Luego se le ocurrió hacer algo. Mirar hacia abajo… de su ventana- ¡¡¡Ash!!!
- Claro Misty… ¿En serio crees que me… nos olvidaríamos de ti?- preguntó, con una de sus sonrisas tan… ingenuas
- Pe-pero… Ash, no, claro que no, pero… ¿Qué haces aquí? ¿Y los chicos? ¿Qué pasó? ¿No estás con ellos?
- ¡Tranquila Misty! Jajaja… son muchas preguntas para esta cabeza- bromeó él
- Jajaja… tienes razón- respondió ella… ahora estaba muy feliz.
- ¿Bueno… piensas quedarte ahí toda la noche? ¿No bajar a saludarme?- le preguntó el chico, que la miraba desde abajo con una sonrisa
- Claro… ¿y Pikachu? Que raro que no está contigo- dijo la chica, un tanto confundida
- Oh… debe estar en casa, no te preocupes- sonrió- Ven, baja.
- Si- afirmó ella. Se sentó en la baranda de la ventana- que nervio me da lanzarme, Ash… mejor voy por la puerta
- ¿Qué? Oh, vamos… ¿Dónde está la Misty que conozco? Tú eres fuerte… aparte, aquí estaré yo para atraparte- le decía él, reconfortándola
- Claro Ash…- decía ella, un tanto sonrojada- aquí está la Misty que conoces… ¡¡Allá voy!!- y se lanzó por la ventana
- ¡¡¡No estaba listo!!!- bromeó Ash, corriendo para todos lados
- ¡¡ASH!!- gritó Misty, mientras cerraba los ojos
- Sana y salva… ya puedes abrir los ojos, Misty- decía Ash
- ¿Ehh?- decía ella, mientras abría los ojos
- Tonta… ¿De verdad creíste que iba a dejar que cayeras?- le decía con una cara muy tierna
- Bueno… no- decía ella mirándolo muy sonrojada… realmente estaban muy cerca- Y no me digas tonta- mirando al suelo
- Como digas… y… ¿Cuándo piensas bajarte?- bromeó Ash. Le encantaba exasperar a su amiga
- ¿Qué?- miró su posición. Ella rodeaba con los brazos a Ash, y él la tenía en sus brazos. Claro, detuvo su caída- ¡¡ASH KETCHUM!!- mientras se bajaba, muy sonrojada
- ¡Pero Misty! ¡¡Solo te detuve la caída!!- mientras reía, y corría… ya que Misty lo perseguía pro toda la calle
- ¡¡¡Ya verás Ash!!!- y luego se cansó- Ya… verás…- y se sentó en el pasto, a respirar bien
- Nunca cambias Misty…- mientras se sentaba a su lado. Cerró sus ojos y le dio un cálido beso en la mejilla.
- …- la chica solo lo miraba perpleja, muy colorada.
- No nos habíamos saludado…- decía el, sonrojándose también- ¿Cómo estás?
- Pues… bien… claro, mucho mejor ahora… que estás conmigo- esto último lo dijo muy despacio
- Yo también Misty- se sinceró, ya que había escuchado lo que dijo
- Bueno Ash… ¿Para qué viniste? Digo… tenías a todos tus amigos contigo… ¿Y quisiste venir?
- Claro… Misty, tú eres…- y sitió su mirada- mi amiga más importante… prefiero pasarla contigo antes que nadie
- Ash… gracias por tus palabras…- aunque no era lo que quería escuchar exactamente, le sonrió y se acercó poco a poco a él… se sentó a su lado, y posó su cabeza en su hombro.
- Misty…- trató de decir, el sonrojado entrenador
- Tengo… frío, Ash- mientras lo abrazaba
- …- con una gota en su rostro. Claramente esa no era la razón que él mas quería escuchar… y su rubor desapareció- ¿Qué tal si caminamos un rato, Misty?
- Claro- le sonrió, y los dos se levantaron- ¿Dónde?
- Pues… allá- señaló un claro- debo mostrarte algo
- Claro…- dijo Misty un tanto curiosa- (¿Qué me querrá mostrar? No creo que sea por San Valentín…)

Los dos entrenadores iban caminando por la calle. Luego de un rato, llegaron al claro. Habían muchos árboles… y uno de ellos, un columpio atado

- Aún sigues aquí…- decía Misty, pasando sus manos por el columpio- ¿Sabes Ash? Cuando pequeña, solía venir aquí… pasaba toda la tarde en este columpio… no sabía que aún estuviera aquí…- se sentó en el
- ¿No sabías? Realmente no… sales mucho de tu gimnasio…- dijo acercándose a ella lentamente
- Claro que no… pero no tengo remedio… si me voy… pues cierran el gimnasio- dijo ella con mucho pesar
- ¿¡Qué!?- preguntó él, perplejo. Se acercó a ella, y se puso en cuclillas, para quedar a su altura- ¿Sabes Misty? Yo no tengo muchas ideas… pero tengo una que puede alegrarte
- ¿Idea?- preguntó ella, mirándolo- ¿qué idea?
- Pues…- comenzó él.- si quieres… puedes venirte a viajar conmigo…
- Ash, yo quisiera pero…- trató de decir la oji-verde
- No Misty… déjame terminar- dijo él, y ella se calló- si quisieras viajar conmigo… pues… podríamos abrir, luego, un gimnasio… nosotros dos- bajando la mirada, y el tono de su voz, en la última parte. Su rostro realmente estaba ruborizado
- Un gimnasio… ¿Los dos?- preguntó ingenua, la chica- pero Ash…
- Misty- alzó la mirada. Sus oscuros ojos intimidaron a la chica- si me acompañas… lograré ser un maestro pokemon… nuestro gimnasio podría ser el más conocido, en el mundo entero… ¿Qué dices? Los dos mejores amigos… con un gimnasio… eso te desataría de tus hermanas… y te devolvería a mi vida… otra vez- aún la miraba a los ojos… pero el rubor era intenso
- Creo que… es buena idea Ash- sonriendo
- Misty… gracias- la abrazó fuertemente
- Yo…- pero no dijo nada. Cerró esus ojos, y se fundió en ese abrazo. Luego de un rato, se separaron
- ¿Te doy vuelo?- preguntó travieso Ash. No esperó respuesta de la chica, y fue detrás de ella. Apoyó sus manos en su espalda, y la empujó hacia delante… cada vez el columpio iba hacia delante con más fuerza
- ¡¡¡Detente Ash!!! ¡¡Le temo a esto!!- decía entre risas- ¡ahora no te salvas Ash!

Estuvieron así un tiempo... hasta que él no siguió empujándola

- ¡Hasta que te detienes Ash!- lo regañó ella, mientras el vuelo cesaba.- Ash?

Luego, el columpio se detuvo. Bajó al suelo. Dio la vuelta, y no había nadie. Caminó un poco más… y nada. Comenzó a desesperarse… nadie le respondía

- ¿¿Ash?? ¿¿Ash?? ¿Dónde estás?- preguntaba ella… pero no obtuvo respuesta. Se detuvo, y una brisa meció sus cabellos. Sus ojos destilaban tristeza.- No fue… ¿más que un sueño?- mirando a su alrededor- ¿Estuve sola todo el tiempo? No estoy tan loca…- mientras decía aquello, de sus ojos brotaban muchas lágrimas- Ash… ¿porqué?- decía muy despacio. Luego, se secó esas lágrimas. Estaba todo muy oscuro, y debía regresar a casa. Se dio la vuelta, con los ojos cerrados. La brisa volvió a golpearla. Abrió los ojos lentamente…

-¡¡¡SORPRESA!!!
- ¿Ehh? ¿Chicos? ¿Qué… qué hacen aquí?- muy sorprendida- ¿¿Ash?? ¿Qué es esto? Creí… que estaba soñando… ¡No vuelvas a desaparecerte así!- dijo un tanto asombrada aún- bueno chicos… me alegra verlos…
- Tranquila Misty- decía una castaña, con una sonrisa- quisimos venir a saludarte
- ¡Es el día de la amistad!- dijo un chico más grande que los demás- No te íbamos a dejar sola, ¿o si?
- Gracias chicos… de verdad…- con lágrimas en los ojos
- ¿Misty? ¿Eres tú la gran Misty?- preguntaba una chica, muy cerca de ella, mirándola acosadoramente
- Emmh... si, esto… yo soy Misty… ¿Y tú eres…?- preguntó, un tanto confundida Misty, con una sonrisa nerviosa
- ¡Tu máxima admiradora!- dio un salto de emoción- soy Dawn, mucho gusto- le sonrió ampliamente
- El gusto es mío…- aún sonriendo- Max, no te había visto- sonriéndole- creo que están todos…
- Claro que si Misty… todos te extrañábamos…- decía Ash, al mismo tiempo que se acercaba a ella, y le sonreía- ¿Y creíste que te habíamos olvidado? Jeje
- Bueno, yo…- titubeó Misty, un tanto apenada, ya que había pensado mal de sus amigos.
- Bueno Misty… ya que tus hermanas se fueron…- agregó la oji-azul del grupo- ¿Dónde está tu casa? Ya hace frío… y ahí podremos acomodar las cosas- sonriendo
- ¿Cosas? – Preguntó, nuevamente, Misty- ¿Qué cosas?
- Pues éstas- dijo Max, mostrando varios paquetes- los regalos, y la comida… todo lo de nuestra junta lo trajimos hasta aquí- sonriente
- Chicos… son los mejores…- dijo Misty muy emocionada.- Es por aquí… vamos

Los chicos trasladaron todo a la casa de Misty. Claro, todo el gimnasio era su casa… así que en la gran sala, acomodaron la comida, bebida, y los regalos, los dejaron a un lado. Eran alrededor de las diez y media de la noche. Los chicos arreglaron todo, mientras Misty subía a su cuarto, con May y Dawn, a cambiarse.

- Chicas… realmente esto… no es necesario…- decía la chica, mientras las otras dos le pasaban diferentes trajes
- Espera… este… no, este… ¡ya sé! ¡Este me queda bien!- decía la chica de los cabellos azules, tomando una falda, con una blusa
- Emmh… Dawn… buscamos ropa para Misty, ¿Sabías?- la reprendió May
- Si… ¡Pero esta chica tan linda también debe arreglarse!- tomó la ropa, y se fue al baño
- Bueno… May, yo…- vio un lindo vestido- ¡OMG! Es hermoso…- mientras tomaba el vestido
- ¿Te gusta? Lo sabía… lo compré especialmente para ti- dijo la chica, sonriéndole
- Gracias, amiga… es hermoso…- decía Misty con estrellas en los ojos
- Claro… póntelo rápido… los chicos deben estar listos- aún con su sonrisa
- May… ¿puedo hacerte una pregunta?- dijo Misty, sentándose en la cama
- Cla-claro Misty… (¿Lo habrá notado?)- se acercó a la cama, y se sentó a su lado- ¿Qué pasa?
- Esa pregunta… debo hacértela yo- la miró y puso su mano en su hombro- ¿Sabes que puedes contarme lo que sea, cierto?- preguntó con una sonrisa
- Claro Misty…- miró el suelo- es alguien… esto… me invitaron a salir hoy… en la noche… estoy muy nerviosa, ya sabes… por la fecha y todo…- y lentamente, la chica se iba sonrojando
- Ajá… entonces era eso… ¿Lo conozco?- preguntó muy curiosa su amiga
- Pues no…- la miró- él es…
- ¡Hola chicas! ¿Cómo me veo?- preguntó Dawn, entrando al cuarto
- Bien… muy bien Dawn- dijo May levantándose- ahora Misty… vístete, ¿si? Iremos a buscar las cosas para que te veas súper- sonriendo, tomó a Dawn del brazo, y se fueron.
- Mmh… que emocionante debe ser salir con ese chico especial…- dijo tristemente Misty…- ¿Pero qué dijo? Esta velada es para mis amigos…- dicho esto, se vistió con el vestido. Era muy ligero, y se soltó también el cabello.

Luego, llegaron May y Dawn. Se arreglaron, y luego estuvieron listas.

- ¿Por qué tardan tanto?- preguntaba Ash
- Son… mujeres, Ash- decía el pequeño
- Claro Ash… hay que entenderlas, jeje- decía el más alto… mientras preparaba el ponche
- ¡Claro! ¡Entiéndanos! –decía una chica bajando. Era Dawn. Su cabello lo traía suelto, con una pequeña diadema en él. Traía una falda de jeans. Una blusa negra, y unos zapatos de medio tacón. Su sonrisa era muy grande- Siento la demora… Misty no dejaba que la maquilláramos…- y de pronto, cierra sus ojos- ¡Auch!
- ¡cállate, o te irá peor!- se escuchó una voz, arriba. Todos supieron que era Misty
- Duele… -sollozaba Dawn, mientras llegaba a la sala
- ¡Vamos Misty!- decía una chica, que bajaba las escaleras para atrás, tirando de algo- ¡baja ya!
- Si… ¡ya voy! ¡Ahora suéltame!- decía Misty, aunque aún no de veía.
- Como digas…- dijo May, la soltó. Se dio media vuelta, y comenzó a bajar las escaleras. Realmente se había arreglado bastante. Traía un perfume con olor a rosas… el cual era bastante fuerte. Traía puesta una blusa color carmesí. Con mangas tres cuarto, y sin hombros. Una falda negra, con tablas, un tanto corta, y zapatos a juego, con medio tacón. Su cabello lo taía suelto, como nunca, y con una rosa en él.
- Wow… si que te arreglaste hermana… ¿Vas a salir?- preguntó un chico de cabellos azules, mientras arreglaba sus lentes
- Pues… un poco- dijo la chica, muy nerviosa
- ¿Saldrás… un poco? Que raro es eso- comentó Dawn
- No sean curiosos… mejor será que dejen a Ash mirar a Misty, que ahí viene
- ¿Y yo por qué?- preguntó ingenuamente. Aunque, por reflejo, miró a la escalera…
- …- Misty venía bajando la escalera. Solo miraba a Ash, sin decir nada. Estaba muy nerviosa… realmente nunca se había arreglado así… pero la situación lo ameritaba. Llevaba un vestido muy ligero, color celesta pálido, que llegaba un poco más arriba de las rodillas. El vestido era sin mangas, y sin hombros, también. Sus zapatos traían un tacón más alto que el de sus amigas, y su cabello también lo traía suelto… y con unos adornos de mariposa en él. Al llegar abajo, seguía mirando a Ash. Y al fin, pudo pronunciar palabra- chicos… la sala está muy hermosa…

Y era verdad. La sala estaba adornada con guirnaldas y globos… todos con corazones, y flores. Los chicos le sonrieron. Hasta los pokemon estaban ahí.

- No tan linda…- trató de decir Ash, pero atrajo todas las miradas, y se quedó callado
- Te ves muy bien, Misty- le dijo Brock, con una sonrisa, al ver que su amigo no decía palabra alguna
- Si, Misty… te ves muy bien- agrego Max
- Gracias chicos…- dijo Misty acercándose. Aunque claro, ella hubiera preferido esas palabras por parte de otra persona.
- Bien… ¡Es hora del brindis!- propuso May
- ¡Si!- gritó Dawn. Acto seguido, tomó su copa, y la llenó con ponche. Y así hicieron todos
- Bien… ¿por qué brindaremos?- preguntó Max. Se veía realmente emocionado
- pues yo creo…- comenzó Misty- que Ash debería dar el brindis…
- ¿Yo?- preguntó Ash- ¿por qué yo?
- Pues porque… de no ser por ti…- dijo Misty, mirándolo intensamente- no nos… hubiéramos conocido todos nosotros…
- Tiene razón… tú me ayudaste con mi primer viaje…- dijo May
- Claro… contigo aprendí a luchar- agrego Max, sonriéndole
- ¡Y tú me ayudaste a mi también!- agregó, por último, Dawn
- Bien…- dijo Ash, mirando a todos sus amigos- esperen… ¿pikachu?
- Creo que está con los demás pokemon…- dijo Brock- oh, mira, ahí viene
- pii pika- decía pikachu, mientras subía al hombro de su entrenador
- No te preocupes amigo- le sonrió Ash- ahora si… comenzaré

Todos los chicos alzaron sus copas, y se miraron sonrientes.

- Quiero hacer un brindis por… ustedes. – sonrió Ash- sin ustedes, no sería lo que soy ahora… no tendría la fuerza que tengo… no tendría el valor de enfrentar mis retos…- miró a cada uno de los presentes.- Brock, Misty… ustedes son los que estuvieron conmigo desde que era un pequeño entrenador… gracias…- los miró, ellos solo asintieron con una gran sonrisa- por eso… yo quiero brindar… por nuestra amistad
- ¡¡Por nuestra amistad!! –gritaron todos al unísono, mientras juntaban sus copas. Luego todos tomaron el contenido de éstas.

Los chicos pasaron una velada muy entretenida… se contaron sus historias, anécdotas… recordaron momentos… y se rieron mucho. Luego, dieron las once con quince de la noche… y sonó el timbre

- ¿Quién puede ser a esta hora?- preguntó Misty
- ¡¡Yo abro!!- dijo nerviosa May. Se levantó de su silla y corrió hacia la puerta.
- ¿Ehh?- se miraron todos confundidos, excepto Misty.
- Bueno…- dijo Ash. Todos lo miraron.- Misty… ¿quieres venir un momento afuera?- muy nervioso, mirándola un tanto ruborizado
- Si… claro- miró a los chicos- ya venimos
- Claro- dijeron los tres al unísono

Los dos chicos salieron al patio. Era un hermoso patio, con una gran piscina. La luna brillaba con todo su esplendor. Misty y Ash se sentaron en el césped, y se miraron largo rato, hasta que por fin, pudieron romper el silencio

- Ash… ¿Qué querías decirme?- preguntó curiosa Misty
- Pues… Misty…- titubeó Ash. Tomó aire, y la miró- quería darte algo…
- Pero… Ash, los regalos aún no los entregaremos… será a las doce, ¿Recuerdas?
- Si, pero… este es otro tipo de regalos- dijo él. La miró a los ojos, y se ruborizó un poco
- Bien Ash… ¿Entonces que regalo es?- preguntó impaciente… ¿sería eso? ¿Sería lo que tanto había esperado? ¿O se estaba ilusionando de nuevo?
- Bien… lo haré ahora o me arrepentiré- dijo Ash mirándola decidido
- ¿?- Misty solo lo miró confundida
- Misty yo… tu…yo…- y la miró muy nervioso… y al ver que no era capaz de decirlo… quiso hacerlo.
- ¿Qué pa…?- pero no pudo seguir. El chico se le acercó mucho…
- Esto pasa Misty…

Ash cerró sus ojos lentamente, y posó sus cálidos labios, en los nerviosos labios de su amiga. La chica no tuvo tiempo de corresponderlo. Permaneció inmóvil con la mirada perdida. El chico, al no ver respuesta, separó sus labios. La miró preocupado

- Misty… yo… lo siento…- se quedó viéndola, pero ella solo pestañeaba repetidas veces. El chico solo se levantó rápidamente- estaré… adentro, por si me necesitas…- y corrió hacia dentro de la casa
- Ash… Ash, yo…- trató de decir la chica… pero él ya se había marchado- (soy… una… ¡estúpida!)- se levantó y miró por donde el chico se había marchado… ahora no tenía la fuerza de seguirlo, y se sentía más tonta de lo que jamás se había sentido en su vida. Se sentó de nuevo, y allí se quedó, mirando la piscina, como si ésta fuera a darle una respuesta a sus problemas.

Mientras, Ash llegaba dentro del gimnasio. Buscó a sus amigos, y los encontró, en una parte de la sala, charlando y riendo. Él se les acercó, pero vio una cara que hace poco no estaba


- ¿Drew?- preguntó el joven entrenador al llegar junto a sus amigos. Trataba de disimular la tristeza que se hallaba en él en ese momento
- Ehh… hola Ash- respondió el peliverde, un tanto nervioso.
- Yo lo invité a pasar, Ash… espero no te moleste- intervino la castaña, apenada
- No, claro que no… mientras más mejor- dijo sonriente Ash, con su típica amabilidad
- ¿Y Misty?- preguntó curiosa May, ya que horas antes había hablado con ella de su cita- ¿Dónde está?
- No… lo sé. Creo que está afuera.- su rostro entristeció, y luego volvió a mirar a los chicos- ¿No creen que hace calor aquí?
- ¿Calor?- preguntó extrañado Brock
- Si… bueno, iré a dar un paseo… ya vengo, ¿si?- dicho esto, salió por la puerta trasera, dirigiéndose a un punto indeterminado.
- ¿Qué le pasa?- preguntó Dawn, que también estaba perpleja por su actitud
- iré a buscar a Misty- dijo May, decidida- Vengo luego- y fue corriendo hacia el patio
- ¿Y ahora que les pasa a todos?- preguntó un confundido Drew, que no entendía nada, al igual que los demás chicos presentes en aquella sala.

Una vez afuera, May buscó a Misty, y la encontró sentada en el césped. Caminó lentamente hacia ella, sin que su amiga lo notara, ya que miraba perdidamente la piscina. Al llegar a su lado, May se sentó suavemente en el césped, y se quedó viéndola.

- Misty… ¿qué pasó? ¿Puedo… ayudarte?- preguntó afligida la chica, al ver el estado en que sus dos amigos se encontraban.
- May…- decía Misty, aún mirando la piscina- hizo algo que siempre soñé… y no pude responderle…
- ¿Qué cosa, Misty?
- Él me…- dejó de mirar la piscina, y dirigió su mirada a su amiga- …besó- y terminada la frase, bajó la mirada- y yo, la muy tonta, no le dije nada…
- Misty… no sé que decir…- decía May, impactada por la noticia- creí que Ash era un inmaduro, y no sabía más que luchar en las batallas, y pensar en Pikachu…
- Y no eres la única que pensaba así…- decía Misty mirándola afligida- ¿Qué crees que deba hacer?
- Yo creo… que deberías ir con él…- decía ella, mientras se levantaba- dijo que saldría a dar un paseo… tú lo conoces, sabrás donde hallarlo- mientras sonreía
- Gracias May…- mientras se levantaba también- sé exactamente donde ir
- Claro… cuando quieras Misty… ahora debo entrar. Debo cuidar de mi…- mientras se sonrojaba- invitado.
- ¿Invitado?- preguntaba Misty con una pícara sonrisa- ¿No que ibas a salir con él?
- Si… pero preferí que entrara, y que estuviéramos todos juntos… al fin y al cabo, Ash y los demás lo conocen… es mi mayor rival- decía muy convencida
- ¿Rival?- preguntaba Misty, pícaramente de nuevo. La castaña se sonrojo, y ella le sonrió- suerte con tu rival entonces. Aún es San Valentín.- dicho esto, le guiñó el ojo.
- Gracias Misty, ¡eres la mejor!- dijo la chica, y le dio un abrazo- espero tener el valor… ojala tú también lo tengas… ¡suerte!- y fue caminando alegremente hacia dentro del gimnasio.
- Yo también lo espero, May…- dijo en susurro, Misty, viendo como su amiga se alejaba- Ahora es mi turno…

La chica cruzó la puerta hacia la calle, y miró a todos lados. No sabía por qué buscaba, si estaba segura de donde encontrarlo. Comenzó a caminar tranquilamente hacia un claro. Llevaba un buen rato caminando, hasta que, por fin, llegó. Ahí estaba el. Sentado en un columpio, que se movía lentamente hacia delante y atrás. Ella lo quedó mirando un buen rato. El chico lucía triste, con su mirada perdida en el cielo. Misty comenzó a caminar lentamente hacia él. Sigilosamente, se colocó tras el columpio. Cerró los ojos, y dio un leve suspiro. Cuando vio que Ash se devolvía, juntó sus manos, y le dio un leve empujoncito hacia delante. Ash notó esto, y se afirmó bien. Su mirada buscaba el rostro de la chica, pero estaba tras su espalda. Solo se limitó a hablarle.

- Misty… no hay problema si no…- pero el chico no pudo continuar. Esas palabras le carcomían el alma- No debes sentirte culpable- dijo al fin, cerrando sus ojos. El columpio dejó de moverse.
- Ash... no me siento culpable…- dijo ella, rodeándolo, y llegando frente a él. Se quedó mirándolo, pero él solo veía el suelo- me siento estúpida.
- …- el chico abrió sus ojos, y la miró con pesar- ¿Estúpida? Por tener un amigo… ¿así de tonto?- intentó levantarse del columpio, pero una mano en su hombro lo detuvo
- Estúpida porque…- comenzó a decir la chica, con su mano en el hombro de él. Lentamente lo subió hasta su mejilla- esperé esto por tanto tiempo… y no pude corresponderte
- ¿Esperaste esto?- dijo él, subiendo la mirada. Su mano tomó la de la chica, situada en su mejilla- ¿De veras lo esperaste Misty?
- Toda mi vida, Ash.- dijo ella mirándolo cariñosamente. Luego, se puso en cuclillas, para quedar a su altura. Llevó su otra mano a la del chico, y cerró sus ojos lentamente, acercándose a él.
- Misty…- fue lo último que pudo susurrar el chico. Cerró sus ojos suavemente, y al igual que la chica, se acercó a ella.

Sus labios se separaban por unos milímetros. Los chicos, auque nerviosos, juntaron al fin sus labios. Comenzaron nerviosamente. El beso era, al fin, correspondido por los dos. Las dos manos de la chica se hallabas en las mejillas de él, y él, sostenía las manos de ella. Su beso se transformó rápidamente en la prueba de amor que tanto habían anhelado los dos, y por tanto tiempo. El beso, aunque no apasionado, pero si muy tierno, duró todo lo que pudieron, hasta que tuvieron que separarse para poder respirar. Lentamente abrieron sus ojos. Se miraron con ternura, y se sonrieron mutuamente. Ash optó por levantarse de ahí, ay que veía que Misty estaba un poco incómoda así. Le tendió la mano, y cuando los dos estuvieron de pie, él se le acercó, y rodeó con sus manos, la cintura de ella.

- Misty… yo… te…- el chico cada vez que sonrojaba más. Se perdía en los ojos de Misty. No podía articular palabra…
- Te amo, Ash- dijo ella, viendo que él no se atrevía a decirlo. Sus manos se entrelazaron tras el cuello del chico, y apoyó su rostro, en su hombro
- También te amo, Misty- pudo por fin decir Ash. Suavemente alzó el rostro de ella, y la besó. Por fin ya todo estaba dicho, y este beso fue el primero, sabiendo todo lo que se habían amado todo este tiempo. Luego de unos minutos, se separaron.
- Ash…- mientras le daba su mano- ¿vamos? De seguro que los chicos están preocupados…
- Claro Misty…- le dijo. Besó su mejilla, y también le dio la mano. Comenzaron a caminar por la calle, hacia el gimnasio- ¿Cómo crees que se lo tomen?
- ¿Qué cosa?- dijo Misty, haciéndose la desentendida
- Esto- dijo Ash. Ya habían llegado al gimnasio, y estaban frente a la puerta principal.- Misty…- mientras tomaba sus dos manos, y la miraba fijamente- ¿quieres… ser mi novia?- su rostro se ruborizó mucho, y la miraba con una sonrisa muy nerviosa.
- Ash…- respondió ella, perpleja, alegre, confundida… jamás pensó que él le preguntaría eso alguna vez. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y apretó sus manos- Claro que quiero, Ash Ketchum- y besó sus cálidos labios nuevamente.- te amo… y no me imagino y San Valentín mejor… gracias…- mientras lo abrazaba- la idea de un San Valentín sin ti…
- ¿Un san Valentín sin ti?- preguntó Ash, mientras la abrazaba fuertemente- Jamás Misty… siempre estaremos juntos.

Los chicos se mantuvieron así, por largo rato. Sus mentes se hallaban ajenas a todo lo que podía estar pasando… solo pensaban en ellos, y en todo lo que habían tenido que esperar para lograr la felicidad que ahora sentían. Los dos se sonrieron, y entraron al gimnasio. Misty sabía que ahora todo cambiaría. La idea de tener un futuro con el chico que ella amaba, le daba fuerzas para seguir. Si sus hermanas querían cerrar el gimnasio… ella no se los iba a permitir… y ahora no estaba sola. Tenía a todos sus amigos consigo… y también tenía al más importante ‘amigo’ para ella… Ash. Su novio.

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